Teniendo en cuenta que nuestra cultura “se basa en la necesidad de crear y resolver problemas”, el filósofo y escritor José Antonio Marina abogó esta mañana por “educar el talento”, o lo que es lo mismo, “educar la capacidad de tener buenas ideas y adiestrar el inconsciente” para “enfrentarse eficientemente a cualquier problema”.
Como destacó durante su intervención en el congreso 'El Ser Creativo', sólo así se puede desarrollar la creatividad, que, a su juicio, es algo que se puede educar. “Crear es un hábito y, como todos los hábitos, requiere un proceso de aprendizaje”, advirtió Marina, para quien, en el fondo, “no siempre gana el que tiene mejores cartas, sino el que sabe jugar de la mejor forma posible con las cartas que tiene”. De ahí que, según el también profesor, resulte fundamental incentivar la inteligencia creadora.
Porque, en realidad, también aquí lo que está detrás es la búsqueda de la felicidad. Y, en su opinión, a ella se llega con la satisfacción de “tres grandes deseos”: el placer, la vinculación afectiva y la necesidad de progreso.
Usar bien la inteligencia
Si, como decía José Antonio Marina, la educación está detrás de la creatividad, habría que ahondar en su proceso. Eso hizo el doctor Mario Alonso Puig durante sus 21 minutos de brillante charla en torno a la inteligencia y el aprendizaje en El Ser Creativo “No tiene sentido que el aprendizaje esté basado en una obligación sino en la necesidad de aprender”, aseguró el cirujano y especialista en el cerebro, que se basó en la existencia de nueve tipos diferentes de inteligencia para poder optimizar mejor las aptitudes personales. “La clave de la transformación educativa es enseñar de forma adecuada a la inteligencia de cada persona”, añadió.
Sólo hay que encontrar la propia. Está comprobado científicamente. Según el doctor Puig, “si un ser humano se compromete con el aprendizaje, su cerebro cambia”. ¿Cómo? Aumenta el riego sanguíneo y el individuo “lo ve todo con más claridad y desarrolla una mayor creatividad” Por eso, el autor de 'Reinventarse. Tu segunda oportunidad', animó a creer en la inteligencia personal y a “luchar por desplegar ese potencial”. “Lo importante es lo que está dentro de nosotros”, apuntó.
La apuesta por la biodiversidad de la india Vandada Shiva
Interactuar más con la naturaleza es otra forma de creatividad. Así lo ponía de manifiesto la feminista india Vandana Shiva. Defensora de los derechos alimentarios, la ganadora del Right Livelihood Award (considerado el Premio Nobel Alternativo) rechazó la “biopiratería” y la ingeniería genética en favor de un mayor seguimiento de las leyes biológicas. “Hay que intensificar la biodiversidad”, propuso, frente a la pérdida de superficies agrícolas. “El planeta no es una máquina. Tenemos que cambiar el chip y buscar nuevas soluciones”, sentenció.